Dylan Thomas
Ayer publiqué una villanela de Elizabeth Bishop. He aquí una nueva versión de la famosa villanela que Dylan Thomas escribió para su padre.
NO ENTRES SERENO EN ESA NOCHE FRÍA
No entres sereno en esa noche fría.
La vejez ha de arder en el ocaso.
Rabia, rabia, al morir la luz del día.
Aun cuando el sabio acepte su agonía,
como su voz no centelleó chispazo,
no entra sereno en esa noche fría.
Tras la última ola, el bueno, todavía
su bondad una estela tras su paso,
rabia, rabia al morir la luz del día.
El audaz que al sol laza, en su herejía,
y aprende, tarde, a verse en duelo raso,
no entra sereno en esa noche fría.
El serio, que ve llamas de alegría
en ojos cual meteoros, en rechazo
rabia, rabia al morir la luz del día.
Y tú, mi padre, allí, en la altura umbría,
bendice y vocifera tu zarpazo.
No entres sereno en esa noche fría.
Rabia, rabia, al morir la luz del día.
Dylan Thomas
Versión al español de Pedro Poitevin